girl and the train.

lunes, 16 de abril de 2012
Se han agotado
en los relojes los segundos.
He tatuado a fuego
la espera en la arena
turbia
de mi sangre.
Y es aquí (y ahora)
cuando con solo observarte,
olvido mis lunas viejas
y mi pasado ambulante
de sombras y nubes bajas.

Quizás sea la curva
de tu hombro
o el claro boceto en tu piel
de esas clavículas de otoño.
Tal vez los roces
esporádicos,
secretos,
de tus dedos y tus labios.
Podrían ser tus ojos,
inundando cada instante
con el fulgor oxidado
de un océano de charcos.
O tú.
Simple y solamente tú;
con tu aire alegre
y olvidado.

still the same.

sábado, 7 de abril de 2012
Duele en la esencia del alma. La corroe tu voz, que a cada paso se aleja y se degenera un poco más. A quién quiero engañar, si ya ni la recuerdo. Soy el ejemplo más adecuado; todo se pierde tarde o temprano. Se aglutinan los quebrantos en mi voluntad y los cortes en mis dedos. Me gustaría volver atrás, detener el tiempo. Ser algo más ágil y remendar las telas rasgadas por mi impaciencia. Quiero alcanzarlo todo. O dejarlo atrás. Sin depender de mi ser. Ni del de nadie. Libre de ataduras a sentimientos que nunca terminan de morir. No soporto que se apoderen de mí cada vez que te pienso, pero nunca he sido fuerte y me acaban dominando. Nostalgia, vacío y miedo.
Cada vez queda menos dentro de mí. Me voy llenando de monstruos que ocupan el lugar de lo que fui. Se ríen. Ojalá pudierais ver de que forma tan descarada se ríen. Sueño con erradicarlos, un baño de sangre metafísica.
Y pensar que es posible que ella ni me recuerde, mientras yo sigo sin ser capaz de arrancar su nombre de mi piel.