Hoy es otro de esos días en los que vuelvo a preguntarme quién soy. Siempre hay días como éste, porque nadie es nunca la misma persona. Al menos no de forma constante.
Más que personas, quizás debiera llamarnos personajes. Ambiguos y versátiles. Desdibujados, inexactos. Personajes que se escriben a sí mismos y son escritos por miles de manos. Personajes encriptados y colectivos. Personajes sin sentido, a fin de cuentas.
¿Existe acaso la unidad en las personas que somos?
¿La autenticidad en esos personajes en los que nos convertimos?
Llega un momento, en el que empezamos a seguir un guión.
Aunque no nos demos cuenta.
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2 Espejos rotos:
Preeeeeeeeeeeeeecioso
Gracias!
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