Vuelvo a notarlo:
las chispas,
el suave contacto
ascendente
en mis venas.
Ya no es sangre
lo que fluye,
es más rojo
y no pesa.
Mas se hunde
la cabeza
cargada de frases ingeniosas
para sorprenderte,
o tal vez
intentarlo.
¿Prentendo engañarme
o engañarnos?
Sin siquiera
intentarlo
la esperanza
nace muerta.
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