need for answers.

miércoles, 21 de marzo de 2012
Allí donde mueren mis palabras, nacen mis poemas.

"Es inútil pedirte que no me dejes sola. Porque te vas. Y yo me quedo. Porque inmediatamente después del segundo en que te fuiste, reventó la realidad, manchando de sangre oscura mis pulmones. Y aquí estoy ahora. En el rincón de una habitación de letargos. El lugar idóneo. Nuevas marcas en la pared. Jamás en la mirada. Ni en la piel. 
No es aversión al dolor físico, tampoco miedo a la muerte. 


Las promesas pierden otro pulso contra la eterna cobardía. Malos ejemplos y peores reproches. Los de siempre, al fin y al cabo. Problemas y soluciones equivocadas. Ríos de tinta surcando mis mejillas. Apenas puedo mantener los ojos abiertos. Tampoco puedo cerrarlos. Y el reloj, con su crueldad habitual, rompe el silencio con cada segundo. El tiempo pasa. Muere. Y luego renace entre las cenizas de los charcos de recuerdos. De las sonrisas tristes. 


Rebotan los "te quieros" en el cristal. Uno tras otro. Y a pesar de lo infinito del ciclo, jamás romperán el espejo. Se diluye la ira insana en el dolor algodonado. No hay camino. Sólo caigo. Y se escuchan tus susurros nocturnos en la oscuridad. Y sigo cayendo."
[20.02.12]

En el sufrimiento no se conocen fronteras ni límites. Siempre puede doler un poco más.

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