who were we.

miércoles, 22 de febrero de 2012
¿Qué estoy buscando aquí?
Sólo quedan reflejos del reflejo que hemos sido hasta ahora. Sólo quedan caricias vacías y palabras de una fábula que rebobino una y otra vez en mi cabeza. Sólo brisa, brisa fría. Como los besos antiguos. Como el olvido con el que me obsequias.

 ¿Qué quiero si no tienes nada?
No tienes luz, no queda calor en tu recuerdo. Tampoco tienes tiempo. Ni siquiera un alma.
¡Y yo insisto en este intento absurdo, en esta convicción suicida!
Ojalá fuese capaz de ver que hay cosas que una vez se atascan, no tienen arreglo. Que son tan frágiles que vienen rotas de fábrica. Que se pierden más allá de toda esperanza. Se alejan y duelen, escuecen en la ausencia. Se entregan y ya nunca regresan.

Quiero salvarme de quererte, del tormento de esta soledad inútil. Liberar mis muñecas que permanecen atadas desde aquella tarde con las cadenas de tu sombra y de tu voz. Cadenas de tu noche, de tus nubes y tus cielos, de tus ojos y esa mirada triste que encerrará mis febreros.

¿Por qué trato de prender fuego a este precipicio congelado, devolver el brillo a mis ojos ciegos o hacer arder tus labios?
¿Por qué trato de revivir mis sueños y mendigar caricias de tus hirientes manos... si sólo puedes darme más invierno de esta espera tan mía?

Quiero echar a correr con la premura del insensato. No parar hasta que el dolor desaparezca; hasta que alcance el infinito de los horizontes aterciopelados de las nuevas primaveras. Si no lo hiciera pronto, perdería mi alma su vida y apenas quedarían de mí la tinta y el papel. Seguiría vomitando frases punzantes que no acabarían y desgarrarían los tejidos de mis sentimientos en su continuo borboteo.

No creo merecer esta tristeza a cambio de algo tan puro.

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