math's outside school.

lunes, 10 de octubre de 2011

Contigo y sin ti. Quizás ahí radique el problema.
Tengo la sensación de que a pesar de que sume luces de neón a los recuerdos, historias a un teatro y un “tal vez” a un “de vez en cuando”… Aunque divida la probabilidad por la esperanza, o multiplique la claridad en tu mirada.
Sólo seguirá existiendo el azar, apuestas en las que llevamos las de perder.
Sólo existirá la casualidad, los sucesos inesperados, los días contados y recontados a los que sumo, resto o divido las tardes de llovizna, tinta y té… las noches de fuego oscuro que destruyen palabras… los amaneceres apresurados con olor a pesadumbre.
Sólo existirán momentos fugaces, sólo tú y sólo yo.
Aviones de papel mojado que luchan por mantenerse en el aire aun estando en el suelo. Volar o morir en el intento, volar o morir en el intento. Volar. O morir en el intento.
¿Qué clase de mantra es ese? O mejor, ¿dónde está el límite entre lo ridículo y lo absurdo?

Dependemos, sin saberlo, de esta aritmética creada en un momento de lucidez. Y que a su vez, suma y resta sentido a lo que escribo.
Conmigo y sin mí. Quizás ahí radique el problema. O quizás, en que no existe la posibilidad de morir en el intento.

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