expressions imagées.

lunes, 18 de julio de 2011
Estiró el brazó y le tendió su mano, como ella exigió. Su mano curtida, no tanto por el maltrato de los cabos y las poleas, sino por tantas caricias imaginadas, temblaba. Abrió su puño y volvió a cerrarlo reciamente al notar el leve roce de un papel. Se preguntó qué sería, quizás una servilleta o una carta. Quizás una carta sobre una servilleta.
Lo que supo con certeza nada más ver aquella caligrafía caótica, era que esas palabras harían de su persona alguien totalmente diferente. La mayoría de las letras habían sido escritas sobre el papel con un trazo firme y seguro, pero algunas de ellas formaban palabras titubeantes. El papel, maltratado y desgastado por el roce contínuo, no parecía capaz de poder soportar por más tiempo el peso de lo que en él estaba escrito. Al leerlo, tuvo la sensación de que éste le gritaba los más profundos pensamientos, las reflexiones más recónditas de aquella mujer de aspecto melancólico que ya se perdía tras la esquina de la calle ocho.


"Nunca somos iguales, al menos no por mucho tiempo. Tómate como ejemplo: ahora mismo estás cambiando por dentro. Cada una de estas palabras dirige y establece tu rumbo. No eres más que una marioneta, porque te dejas llevar por mí. Soy consciente de mi poder. Soy consciente de la influencia que en ti causa cada una de estas letras. Así que léelas atentamente:
Los dolorosos golpes que he sufrido a lo largo de mi vida me han enseñado algo. No puedo mantenerme quieta y crecer recta, no comprendo la estabilidad. La mutabilidad del universo es algo innegable, es demostrable por cada universo que resiste al tiempo y se altera y se mueve para no ser atrapado.

Por eso te pido que vivamos todas las vidas, no nos estanquemos en lo que somos. Hoy puedo decirte que te amo, pero quizás mañana no."

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