unearthly circumstances.

miércoles, 1 de junio de 2011
Hay dos tipos de personas.
Hay gente que es como el agua. Si es necesario, pueden transformarse en hielo, impenetrables. Pero no tardan en derretirse y continuar su fluir eterno.
Hay gente que es como el fuego. Arden en una llama enorme, arrastrando a su vez una enorme influencia. Pero no tardan en extinguirse, dejan de existir incluso en los recuerdos.

Luego aparecen subcategorías:
Hay quien encuentra el amor por la mañana con una taza de café en las manos.
Hay quien cierra los ojos para no ver, y hay quien los cierra para no ser visto.
Hay quien grita promesas al viento huracanado desde lo alto de un precipicio al borde del mar.

Me pregunto qué seré yo. ¿Puede arder el hielo? ¿Congelarse una llama?
No tengo el placer de poder toparme con el amor nada más despertar, cuando el aroma a café inunda la estancia.
No soy cobarde. No creo que cerrar los ojos solucione nada.
Lo que sí soy es idiota. Bramo palabras en mitad de la nada esperando que recibas mi mensaje. Ingenua de mí... ¿Qué soluciona gritarle al viento?

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