moonsplash.

jueves, 23 de junio de 2011
A pesar de la fecha, las noches se me hacen frías. Muy frías. A través de la ventana abierta, observo una pequeña parte del mundo y veo como en el edificio contiguo la última lámpara se apaga. La oscuridad consume el brillo mortecino de la luna que espera, tímida en el cielo, a que el sol venga a buscarla.
Un viento débil apenas perceptible, saca a bailar a las hojas de los árboles. Cada vez que una de ellas cae, el frío aumenta en silencio. El mismo viento parece robarme las palabras; mis papeles escritos salen volando, se alejan y se pierden.

¿Qué queda de mí sin mis palabras?

1 Espejos rotos:

soil dijo...

Queda tu esencia, lo mejor de ti.
Luego le sigue todo lo demás, también increíblemente fascinante…