soil.

martes, 12 de abril de 2011
...y anotaba:

"No voy a arrepentirme de decir lo que estoy diciendo. Quizá yo habría sido buena en algo que tu podrías haber sido buena. Pero ahora ya nunca lo sabremos. No estaré triste, pero, por si acaso, iré allí todos los días. Para sentirme culpable. Tómate tu tiempo para venir aquí, será lo mejor.
Es posible que empiece a dudar si fue lo correcto.
[...]
Te sentía en mi corazón y no te conocía. Ahora nos decimos adiós, y si no es ahora, lo será pronto. Te sentí en mi vida antes de pensar en ello, te siento en mi corazón y ni siquiera te conozco.
[...]
Oh, y estoy perdida, sí, pero era de esperar. Lo sé mejor que nadie. Me siento estúpida, así que voy a dejar de importunarte.
Enterrada en mi jardín, esta carta para enviarte.Y si lo olvido o Dios me prohibiera morir demasiado pronto, espero que me escuches. Espero que sepas que te escribí."

Se encerró, sin salir. Durante seis días y sus noches permaneció encogida en el suelo. Escondiéndose de todo. Enfadada consigo misma, con el mundo. Su plan era perfecto, salvo porque estaba sola.

"Eras mía. Fuiste mía. ¿No?"

0 Espejos rotos: