thought but never written.

lunes, 17 de mayo de 2010
Curt,
Es duro mirarte. Lo admito. Me cuesta ver lo que esto ha hecho de ti. Me resulta casi imposible mantener tu débil mirada sin avergonzarme. Eres fuerte. Luchas por tu vida. Cada vez que tu corazón late es como un milagro. Te duele, pero no quieres irte. Te cuesta dejarme atrás. Sin embargo soy yo la que no puede más. Soy yo la que llora desconsoladamente a tu lado cada noche. Intentando no hacer ruido para no perturbar el único momento en el que tu mente puede descansar del dolor a la que es sometida día tras día.

Sabes perfectamente que me lo puedes pedir todo. Te quiero. Aunque te cueste creerlo. Me encantaría poder besarte, pero sé que entonces seguirías sufriendo durante más tiempo del necesario. Sólo por quedarte junto a mí. Deja al menos que te coja la mano. Pídeme que me acerque a ti y que no me separe nunca. Voy a echar tanto de menos tu presencia... Apenas puedes imaginártelo.

No quiero que éste sea tu final. Tú, siempre tan lleno de energía, tan vivaz... no puedes acabar podrido en una camilla de un frío hospital. No puedo permitirlo.
¿Sabes qué haremos?
¡Una fiesta! ¿Qué te parece?
Junto al estanque. Nuestro lugar secreto, ¿te acuerdas?
Y vendrán todos. Todos nuestros amigos, toda la gente que te quiere... ¡incluso el anciano del quinto!
Sé que te encantaría.
No sabes cuánto voy a echarte de menos. No me dejes, por favor.

no name.

martes, 11 de mayo de 2010
Me zambullo en mi imaginación.
Mi atención es atraída por un arbolito cuyo nombre desconozco. Ese tipo de arbusto gigante con puntos cubierto de flores color púrpura. El sabor de mi té consigue que un escalofrío recorra mi espalda... El viento fuera y el aroma a limón, algo no marcha bien. Son días de slow business, esos en los que pierdes el rumbo y parece que no vas a volver a encontrarlo. Tengo ganas de estirar el cuerpo y de andar hasta la parada - estructural acero y vidrio - de tomar notas frenéticamente, de estar en el lugar correcto en el momento adecuado.
Ayer me pareció ver un fantasma.
Y me rio de mi misma por comer demasiada ficción, es bien sabido. La fascinación por lo que no existe. Héroes en busca de huellas en la nieve, melodías y misterios.

¿Que os obsesiona últimamente?
A mí la inutilidad del polvo.

resurrection fern.

miércoles, 5 de mayo de 2010
Hay algo hermoso en la oscuridad.
Algo fascinante en las palabras de Murakami, en medio del polvo y del acero, entre los sonidos que buscan desesperadamente su origen. En los lugares silenciosos de mis pesadillas, los inmensos edificios vacíos y las minas de carbón.
Quiero un no-sé-qué en el hueco de la palma de mi mano, una chispa brillante, una llama viva, una especia desconocida. O quizá un veneno. Mis ojos brillan peligrosamente.

Hay algo hermoso en el miedo.
Hay algo hermoso en el miedo, que me da ganas de escribir, incluso en plena noche, envuelta entre el mundo de los sueños y la negrura de la habitación. Con la tranquila música de fondo a la vez que se resquebrajan los muros por encima de mis sienes sudorosas.

Hay algo hermoso en el dolor.
Hay algo hermoso en el dolor, en mi pecho inflado, en la voz quebrada de los que cantan para ayudarme a conjurar.

A veces, sólo a veces...
A veces me gustaría crear más pesadillas.

voices inside my head.

martes, 4 de mayo de 2010
Te quedan quince minutos. Ni uno más ni uno menos.
"..."
Sabes perfectamente qué es lo que pasará entonces.
¡PLUF! Habrás desaparecido. También sabes que no hay vuelta atrás. Pero si te sientes mejor, puedes seguir negándolo...
¿De qué te sirve hacerlo?
"..."
¡Vamos! No, a mí no me mires, eres tú la conoce todas las respuestas.
"..."
¿De verdad quieres seguir perdiendo el tiempo de esta manera? ¿Discutiendo con una voz en tu cabeza?
Me parece inútil, pero allá tú...
"..."
¡Oh, vaya, por fin! La señorita, empieza a pensar qué hacer.
"..."
No, ya te he dicho que no hay vuelta atrás. Querida, no insistas, no es de buena educación. Es un suceso ineludible.
"..."
Deja de llorar, tampoco va a servirte de nada.
Podrías hacer otras cosas en los 13 minutos que te quedan...
"...?"
¿Y yo que sé? Ya te he dicho que tú eres la que sabe las respuestas...
"...!"
¡Vale, vale! No chilles.
Podrías...masturbarte (o llamar a Jackson)
"..."
¿No?
Podrías fumarte un cigarrilo o dos...
Veamos... ¡Podrías darte una ducha!
O podrías combinar las dos cosas...
Fúmate una ducha mientras te das un cigarrillo. Quiero decir... Bueno, ya sabes lo que quiero decir.
"..."
¿Por qué no llamas a Margarett? Os habíais peleado...
Quizá a tu padre, o a Ryan para mandarle a la mierda definitivamente...
Te quedan 7 minutos así que decídete rápido.
"..."
Esto me parece degradante... apenas te queda tiempo y te fumas un cigarrillo.
Te dejo. Se acabó.
"...!"
Ya sé que te lo he sugerido yo, pero ahora que lo pienso no me parece bien que lo hagas.
"..."
No, no pienso quedarme.
"..."
¡Qué no!
Muérete de una vez...

Hell-Dunkel-Kontrast

El martes es blanco y negro.

Negro por su placer, su dulce sombra que me envuelve y me consuela. Tras mis párpados herméticamente cerrados bailan halos de luz, figuras geométricas inexistentes y colores que no podemos ver, como en un cuadro de Kandinsky. Mi cabeza descansa suavemente sobre mis brazos cruzados. Ya no noto el agua, que cae en ráfagas contra la ventana y satisface mi deseo por la humedad. Queda el rastro de una vieja sonrisa sobre mis labios, estoy cayendo entre las grandes gotas que chocan contra el suelo y una especie de duermevela.

El martes es negro y blanco.

Blanco por la densa niebla de la tarde y la pureza de la canción que escucho. Ahora soy libre y respiro. Mi mundo es la luz. Mi mundo es ligero, vibra con una llovizna que transformada en lluvia corre por mis manos manchadas de un tono carmesí. La luz es cada vez más tenue, pero parece que el rojo brilla en la oscuridad. Me agacho y cojo pedazos de poesías, pedazos de sentimientos en el corazón de gente a quien no conozco. Al poco tiempo de deshacen entre mis dedos, que todo parecen tintarlo del color de la muerte. Es lo único que el agua no puede arrastrar consigo. Me atormenta algo más pesado que cualquier roca o tronco.
Lo que me espera es, probablemente, otra noche de insomnio plagada de pensamientos que no puedo seguir evitando.

Tengo miedo.