midnight reflex.

sábado, 6 de marzo de 2010
Hay una dulce amargura en todo lo que dices, y yo me amargo pensando que nunca sabré el por qué. Sonrío, descubriendo mis dientes.
Y luego escucho tus historias y tu risa y me siento a gusto. A veces, cuando hablas de cosas que te parecen extrañas yo te comprendo. A veces, con un poco de práctica, consigo leerte.
Creo que te pertenezco.
Que a medida que pasa el tiempo, estoy más ligada a ti. Mi alma, mis escalofríos, mis recuerdos... Creo que es inevitable. Te sonrío, y trato de transmitir mi estado de ánimo de limón a tus ojos grisáceos.
Respiro y tengo la impresión de que te respiro a ti. Mis pulmones se llenan de aire de primavera.
Suspiro.
Sí. Creo que te pertenezco.

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