direction unknown.

domingo, 29 de noviembre de 2009
Otro tren que sale de esa estación para no volver jamás. Se aleja hacia destinos insospechados, quizá observando el infinito desde un antiguo catalejo y fijando su rumbo en esa dirección. Es posible que llegue el día en que logre llegar hasta él, pero puede que la odisea no vea nunca un final.

Cada vez quedan menos trenes así, y éste ya es el último para muchos. Todas las localidades habían sido reservadas con antelación, sin embargo son pocos los que ocupan su lugar en su interior.
¿Por qué?
Muchos tienen miedo de enfentrarse a ese viaje.. quizás por perder lo que tienen, por tener que dejar a un lado el papel que se han acostumbrado a interpretar... por encontrarse a sí mismos y no ser quienes piensan que son. Lo han dejado pasar y ya no hay vuelta atrás, aunque se arrepientan o aunque hagan como que nunca se les presentó la oportunidad de subirse.
Otros simplemente lo perdieron, llegaron tarde. ¿Qué se puede decir de esas personas? Algunos de ellos aún corren detrás de la misteriosa locomotora intentando aferrarse al último vagón, que ya se pierde en el horizonte. Saben que jamás llegarán a alcanzarlo, pero siguen corriendo. Quizás porque están muy lejos para volver al andén y recuperar sus monótonas vidas, quizás porque ya no encuentran razones para hacerlo. Sólo hayan excusas para seguir luchando por algo que resulta ser imposible.

A estas alturas me veo obligada a preguntar:
¿Cuál es la opción más cobarde... volver atrás y enfrentarse al hecho de haberlo abandonado todo por un sueño al que se ha renunciado por considerarlo irrealizable o seguir corriendo por no volver y enfrentarse al hecho de haberlo abandonado todo por un sueño por el que, a pesar de ser irrealizable, se va a seguir luchando?



0 Espejos rotos: